La manzana representa desde el mundo antiguo a la tentación, y sí, es una tentación en la cual tenemos que caer, ya que nos ayudará a conservar la salud. “Una manzana al día del médico te librará”, dice un antiguo dicho popular. La sabiduría popular, una vez más, nos da una idea de lo importante que es consumir esta maravillosa fruta, sabrosa y dulce, y de tantos colores.
Antiguamente se le llamaba poma, nombre que se ha conservado en los idiomas catalán, francés e italiano. También se mantiene este nombre en Asturias. La forma farmacéutica conocida por pomada tuvo su origen en los ungüentos cicatrizantes preparados a base de manzanas y aceite.
Las manzanas son originarias de Europa y Asia y han sido recolectadas de forma silvestre desde la prehistoria, como se ha encontrado en restos arqueológicos del neolítico. Fue introducida en la península ibérica por romanos y árabes. Durante la Edad Media su cultivo se extendió por toda Europa.
En la mitología griega, la manzana de oro que Paris entrega a la diosa Venus y que provoca la enemistad entre Atenea y Hero pasó a la historia como la conocida manzana de la discordia. El Génesis alude a la fruta prohibida del paraíso, y no se sabe si era o no una manzana, pero lo que si es cierto es que la manzana siempre ha sido una tentación y fuente de discordia. La idea de que la fruta prohibida fuera una manzana viene, quizás, de la Grecia antigua, en la cual la palabra ‘manzana’ significa también ‘seno’.
Para los germanos, griegos y celtas, las manzanas otorgaban, además de la sabiduría y el conocimiento, el don de la inmortalidad; así las manzanas del jardín de las Hespérides, las de Avalon, o las de Asgard. En la mitología griega, cuando los dioses comenzaban a envejecer, comían manzanas para recuperar su juventud.
El manzano en sí es también un árbol cargado de significado, ya que era uno de las especies sagradas de los celtas, llegando a estar castigada su tala con la pena de muerte.
Malus Domestica es concretamente el nombre botánico de esta especie de las rosáceas, familia de plantas que pertenecen a la cualidad del planeta venus, el planeta de la sensualidad, del amor, de la belleza y de los placeres. Paracelso consideró que partida por la mitad representaba el signo de Venus, diosa romana del amor.
Es la fruta que más abunda en los países de clima templado y según las variedades pueden ser ácidas o dulces.
Alimento medicina
La manzana es una de las frutas más sanas. Entre sus componentes encontraremos carbohidratos, fibra, vitaminas, hierro, magnesio, calcio, potasio… La fibra de la manzana, la pectina, ayuda al tránsito intestinal y a reducir el colesterol. Tiene gran cantidad de antioxidantes naturales y alcaliniza nuestro organismo, es astringente y antiinflamatoria y además, al morderla, nos servirá de dentífrico natural. También son perfectas para mantener una correcta hidratación, ya que más de un 80% de su contenido es agua, por eso es tan refrescante.
Su consistencia es debido a la celulosa y a la pectina (fibra soluble). La pectina tiene una acción benéfica y protectora para la mucosa del conducto digestivo. En la manzana madura, la pectina se transforma en ácido péctico, que no se hace gel. La manzana junto con el kaki o palosanto es la fruta más rica en pectinas y mucílagos. Gracias a la riqueza en pectina da una mayor sensación de saciedad que otras frutas. La pectina de la manzana se utiliza para la producción de mermeladas naturales.
Entre sus vitaminas destaca la vitamina C: una manzana puede cubrir el 30% de las necesidades diarias.
Junto a la cebolla es uno de los alimentos más ricos en quercitina, uno de los mayores antioxidantes conocidos. También aporta algo de vitamina E (0,32 mg/100 g), potasio (140 mg) y fósforo (10 mg), todo ello en pequeña proporción.
A todas estas sustancias se deben las propiedades que tradicionalmente se han atribuido a esta sencilla fruta. La manzana regula el estreñimiento, disminuye la absorción intestinal del colesterol y de los triglicéridos, y cocida o en compota es buena para los trastornos digestivos y las diarreas.
Aplicación en la salud
Para controlar el colesterol se recomienda tomar 3-4 manzanas diarias. Para producir este efecto se combinan las propiedades de su fibra, la pectina (que disminuye la reabsorción de las sales biliares) y los flavonoides como potentes antioxidantes.
Para los diabéticos la manzana es ideal por dos razones: una buena parte de su azúcar está en forma de fructosa, que no precisa de insulina para entrar en las células y, en segundo lugar, la pectina ayuda a ralentizar el paso de glucosa a sangre, lo que permite que tenga lugar de forma lenta y progresiva, evitando los picos de glucosa en sangre.
Cuando hay trastornos gastrointestinales es mejor en vez de comer la manzana cruda, tomar la manzana en zumo, (sola o mezclada con zanahoria). O sino en forma de compota o manzana asada, ya que de esta manera, la fibra se vuelve más blanda e irrita menos a un conducto digestivo ya de por si irritado o enfermo por los problemas gástricos o intestinales moderados o graves.
Sano como una manzana
Ya lo dice el refranero popular de alguien con muy buen aspecto, “está sano como una manzana”.Por ello os invitamos morder una manzana, sagarra en euskera, poma en catalán, mazá en gallego, y es que manzanas tenemos por toda nuestra tierra, no en vano es una especie que necesita un tiempo de frío para que pueda crecer.
Es una fruta que hay que masticarla adecuadamente para que siente bien al conducto digestivo y recomendamos comerla con la piel sólo cuando es de cultivo ecológico y siempre que la persona no tenga trastornos gastrointestinales.
Existe una gran cantidad de variedades pero nosotros, como siempre, recomendamos las variedades locales, las que están más cerca de nuestras casas, de nuestras ciudades, a ser posible cultivadas en base a la agricultura ecológica o biodinámica, porque ésas seguro que nos sorprenderán por su sabor y su olor. ¿Quién no recuerda el aroma de una manzana cuando era niño? ¿O esas ganbaras de nuestros baserris llenas de manzanas con ese olor tan especial? Una imagen que nos lleva a la infancia.
Y para que la tentación todavía sea mayor os proponemos unas RECETAS de lo más dulces.
- Manzanas asadas
En nuestra gastronomía tenemos gran tradición de tartas y postres elaborados con manzanas. Una simple manzana asada ya es un manjar y si le añadimos un toque de canela se convierte en algo sublime.
Esta es una receta sencilla en la que también podemos dejar salir nuestra creatividad.
Ingredientes
- Manzanas ecológicas. Pondremos una manzana por persona
- Pasas, orejones u otras frutas secas (para rellenar las manzanas)
- Una cucharada de postre de canela en polvo ecológica
- Sirope de agave para endulzar
Elaboración
Para elaborar esta receta lo mejor es elegir manzanas de pulpa firme, por ejemplo reineta, royal gala, fuji, etc.
Lavamos bien y preparamos las manzanas para asar con la ayuda de un descorazonador de manzanas. Extraemos limpiamente el centro donde se encuentran las pepitas e introducimos en el agujero del corazón unas pasas o/y orejones.
A continuación colocamos las manzanas en una bandeja apta para el horno, ponemos dos cucharadas de agua en la bandeja y las introducimos en el horno a unos 150º C durante aproximadamente 40 minutos. Váis a ver que la piel de la manzana va cogiendo color y las manzanas empiezan a agrietarse cuando ya están listas. Podemos probar con la punta de un cuchillo para saber si ya están tiernas. Cuando estén asadas las retiramos del horno y dejamos enfriar.
Sugerencia de presentación
En un platito de postre pondremos una manzana asada y la decoraremos con un poco de canela, asimismo, la bañaremos con un chorrito de sirope de agave o de miel, y si tenemos a mano unas hojitas verdes de menta o melisa las pondremos en un lado del plato.
Si quieres mayor creatividad, unos pétalos de rosa, caléndula o cualquier flor comestible sería ya un detalle extra.
- Compota de manzana
Esta receta es realmente muy sencilla y una de las más sanas que podemos ejecutar.
Ingredientes
Manzanas ecológicas
Una ramita de canela (o media cucharadita tipo postre de canela molida)
Elaboración
Lo primero sería elegir las manzanas que vamos a emplear. Podemos utilizar para la compota las manzanas que se nos van quedando arrugadas, o atrasadas, o las “feúchas”.
Elegid una clase de manzana que se ablande fácilmente al cocer, quizás unas golden o las reineta, son las mejores para esta receta; se cuecen muy rápido y se quedan muy blanditas, deshaciéndose con facilidad.
Primero lavamos y pelamos las manzanas. A continuación las descorazonamos para quitarles las pepitas. Las troceamos y las ponemos en una cazuela con un poquito de agua a hervir a fuego lento, hasta que estén blandas y cocidas. Hay que estar atentos durante la cocción para que no se nos seque la compota. Añadiremos agua si es necesario.
Podemos cocer las manzanas con una ramita de canela o canela en polvo. Pero igualmente suele quedar muy rica solo con hervirla a fuego lento sin más. No es necesario añadir azúcar ni otro edulcorante. En caso de que la quieras más dulce puedes endulzar con sirope de ágave, azúcar moreno o miel.
La compota la podemos servir en trozos grandes o pasarla por la batidora para obtener una textura parecida a la mermelada. Incluso en una textura intermedia, si la queréis como un puré, bastaría con machacarla con un tenedor. Eso queda a vuestra elección. En todos los casos va a estar igual de deliciosa.
Sugerencia de presentación
La compota de manzana es un acompañamiento lleno de posibilidades. Se puede tomar sola, calentita o fría, o comerla acompañada con un yogur natural. Siempre será un placer comerla, bien sea como cena ligera por la noche o como desayuno por la mañana.
- Tarta de manzana de la abuela.
Esta tarta de fácil ejecución siempre resulta deliciosa y gusta a todo el mundo. Esta receta no guarda las reglas de las compatibilidades pero se puede preparar para un día de fiesta o para darse un pequeño gusto de vez en cuando.
Ingredientes
- 2 kg de manzanas ecológicas
- 4 huevos ecológicos
- 250 grs de mantequilla ecológica o aceite de oliva virgen ecológico
- 350 grs de harina de cualquier tipo
- 200 grs para endulzar: azúcar moreno, sirope de ágave, etc.
- Canela al gusto
- 1 bolsa de impulsor tipo royal, pero ecológico
Elaboración
Lavamos las manzanas, pelamos y descorazonamos las manzanas para quitarles las pepitas. A continuación troceamos las manzanas en porciones gruesas del tamaño de un almendruco.
Mientras tanto encendemos el horno a 180ºC para que se vaya calentando.
Cogeremos la mantequilla y la ponemos a fuego muy bajo hasta que se derrita. A continuación añadimos el azúcar, los huevos y batimos todo junto. Después tamizaremos la harina y la levadura y las incorporaremos junto con la canela a la mezcla anterior. Seguimos batiendo hasta que la mezcla quede homogénea.
Antes de meter al horno, engrasamos la bandeja de horno o el molde donde queramos hacer la tarta de manzana (para que después se puedas desmoldar fácilmente). Conviene ponerlo en una bandeja de horno no muy alta ya que el bizcocho sube bastante.
A continuación vertemos la masa en la bandeja y procuramos estirarla hasta cubrir toda la superficie. Añadimos las manzanas troceadas por encima. Metemos al horno a 180ºC durante 45 minutos aproximadamente, hasta que veamos que las manzanas están doradas y la masa hecha. Conviene estar atento para que no se queme.
Utilizaremos una espátula o reverso de un cuchillo para separar las paredes del molde. Dejaremos enfriar.
Sugerencia de presentación
Podemos decorarla con un poco de miel o azúcar glas hecha por nosotros con el molinillo de café, o simplemente con un poco de canela en polvo. Quedará un postre casero delicioso!
¡Qué aproveche! ¡Endulza la vida con manzanas!
2 respuestas
Muchas gracias por las recetas Yo acostumbro asar y hacer compota a menudo es mi desayuno
Muy interesante julio el sabio.Las manzanas y frutas en general mejor comerlas bien maduras por los azúcares?