La capacidad de autocuración está en nosotros, nuestras heridas se cicatrizan solas, se cierran de adentro hacia fuera. Es nuestra propia naturaleza la que nos cura, por eso tenemos que cuidar la naturaleza, la interior y la exterior.
El ser humano es una expresión del cosmos. Hemos conformado en nuestros órganos los elementos que hay en la naturaleza. Son los mismos procesos de la naturaleza, las siete fuerzas de la naturaleza: las fuerzas de crecimiento, de comunicación, de eliminación, de consciencia, de voluntad y acción, de expansión y de consolidación. Para los antiguos esas siete fuerzas estaban plasmadas en los siete planetas conocidos en aquella época.
Cuando mi mente está en quietud no hay afuera ni adentro, todo es lo mismo, el espacio es infinito y el tiempo eternidad. Aquí y ahora. No hay otro momento ni otro lugar.
Curarnos para cuidarnos. Esa es la propuesta. Recuperar mi poder personal. Mi poder está en mi. La frase ‘vive y deja vivir’ es parte del pasado, en este momento la frase es ‘vive y ayuda a vivir’. Hemos venido a ayudar a vivir. El mensaje es que cuando dejemos este planeta en nuestro epitafio ponga que el mundo es mejor cuando nos fuimos que cuando llegamos. No podemos hipotecar la vida de nuestros hijos y nietos. No tenemos derecho a hacerlo. No somos dueños del planeta tierra. Cuidemos a la madre naturaleza. Creer y crear es lo mismo. Si creemos en nuestro futuro podemos crear nuestro futuro”.