“Perdonamos cuanto amamos” La Rochefoucauld

François de La Rochefoucauld asocia la idea del perdón a la del amor diciendo que perdonamos en la medida en que somos capaces de amar, pero ¿sabemos en qué consiste el perdón?

Desde el cristianismo el perdón gira en torno a intentar conseguir que alguien nos libere de una carga (pedir perdón) o desde su lugar complementario liberarle al otro de la misma (perdonar).

Uno está en una posición de superioridad aparente desde la cual libera o no al otro y éste depende del primero para ser liberado.

Por otro lado el perdón está considerado un acto de amor pero, ¿pueden existir estas posiciones ventajosas entre las partes desde el contexto del Amor?

Etimológicamente perdonar viene de per (para) donare (dar). Es un acto de dar, soltar, de dejar ir algo que hay en nuestro interior. Lo que sucede a nuestro alrededor nos afecta y provoca en nosotros una respuesta emocional pero esta es solo un constructo individual a partir de nuestra estructura interna, nuestras habilidades aprendidas, nuestras heridas, nuestros apegos, conflictos latentes, modelos culturales, familiares… son muchos los condicionamientos que aquí entran en juego, pero todos de carácter subjetivo.

En ocasiones frente a respuestas emocionales que nos atropellan y que son solo nuestras tendemos a culpar a los otros de lo que nos pasa, de cómo nos sentimos desvinculándonos así de toda responsabilidad. En el momento en que comprendo que lo que siento es fruto de este proceso individual y subjetivo, que soy yo el responsable de lo que estoy sintiendo y que me tiene atrapado, es cuando puedo decidir soltarlo, liberarlo. Lo doy al exterior, comprendo y libero los preconceptos que detecto en mí frente al reflejo que el otro me ha mostrado.

El perdón es por lo tanto un acto de consciencia, de sanación del propio ser, un acto de liberación a través de la expresión consciente de mi propia creación/interpretación emocional. Es un acto de amor hacia nosotros mismos, abrazamos nuestra dificultad y la liberamos. Reconocer, expresar, dejar ir esos preconceptos que había en nosotros es también un acto de amor hacia los demás porque desencadenará una resonancia en ellos que les ayudará a hacer lo mismo si fuera necesario.