Con la espiral tallada en una exclusiva pieza de madera, Zuhaizpe llega a sus 30 años fluyendo con ese mismo movimiento giratorio y expansivo que da lugar a un cambio de orientación en la puerta de entrada. Desde ese momento, nada más llegar, es el jardín, con sus cuatro elementos (tierra, aire, sol y agua) quien invita a pasar a todo aquel que quiera, para tan solo “Ser-Humano”.
“Nada que hacer, nada que pensar, solo estar. Estar, estando”.(Karmelo Bizkarra)