El ser humano precisa ajustarse al plan de la naturaleza de la que forma parte y estar en contacto con los cuatro elementos o fuerzas cósmicas. Eso nos permite extraer el quinto elemento, la quintaesencia, la energía vital.
Si la tierra es nuestra madre, amalurra, podemos referirnos al sol como nuestro padre.
La tierra es el lugar en el que vivimos mientras viajamos por el espacio interestelar. La madre tierra, Amalurra en euskera, nos alimenta, nos cuida y nos protege en ese viaje entre las estrellas.
El prana, en sanscrito ‘aire inspirado’, es la energía universal que entra en nuestro organismo por medio del aire, y al respirarla trae consigo consciencia despierta.
El agua representa el origen de la vida. Venimos del agua y nacemos a la luz.
El otoño es una buena estación para curar el cuerpo, armonizar las emociones, aquietar la mente y despertar la consciencia.
Todos los días deberíamos caminar en la naturaleza mínimo una hora, en el campo o en los parques de las ciudades.
“Perdonamos cuanto amamos” La Rochefoucauld
François de La Rochefoucauld asocia la idea del perdón a la del amor diciendo que perdonamos en la medida en que somos capaces de amar, pero ¿sabemos en qué consiste el perdón?
Desde el cristianismo el perdón gira en torno a intentar conseguir que alguien nos libere de una carga (pedir perdón) o desde su lugar complementario liberarle al otro de la misma (perdonar).
Uno está en una posición de superioridad aparente desde la cual libera o no al otro y éste depende del primero para ser liberado.
Por otro lado el perdón está considerado un acto de amor pero, ¿pueden existir estas posiciones ventajosas entre las partes desde el contexto del Amor?
Etimológicamente perdonar viene de per (para) donare (dar). Es un acto de dar, soltar, de dejar ir algo que hay en nuestro interior. Lo que sucede a nuestro alrededor nos afecta y provoca en nosotros una respuesta emocional pero esta es solo un constructo individual a partir de nuestra estructura interna, nuestras habilidades aprendidas, nuestras heridas, nuestros apegos, conflictos latentes, modelos culturales, familiares… son muchos los condicionamientos que aquí entran en juego, pero todos de carácter subjetivo.
En ocasiones frente a respuestas emocionales que nos atropellan y que son solo nuestras tendemos a culpar a los otros de lo que nos pasa, de cómo nos sentimos desvinculándonos así de toda responsabilidad. En el momento en que comprendo que lo que siento es fruto de este proceso individual y subjetivo, que soy yo el responsable de lo que estoy sintiendo y que me tiene atrapado, es cuando puedo decidir soltarlo, liberarlo. Lo doy al exterior, comprendo y libero los preconceptos que detecto en mí frente al reflejo que el otro me ha mostrado.
El perdón es por lo tanto un acto de consciencia, de sanación del propio ser, un acto de liberación a través de la expresión consciente de mi propia creación/interpretación emocional. Es un acto de amor hacia nosotros mismos, abrazamos nuestra dificultad y la liberamos. Reconocer, expresar, dejar ir esos preconceptos que había en nosotros es también un acto de amor hacia los demás porque desencadenará una resonancia en ellos que les ayudará a hacer lo mismo si fuera necesario.
Jefe de cocina del Centro de Salud Vital Zuhaizpe, pionero y experto en agricultura biodinámica en España. También da clases de cocina y es especialista en transformados lácteos, panadería y pastelería ecológica. Artista polifacético, además de hacer alguna incur- sión en la pintura, es un apasionado de la cerámica.
Licenciado en Medicina por la Universidad del País Vasco en 1979, aboga por una medicina integrativa y humanística. Es un pionero en España de la medicina higienista, especializado en medicina antroposófica y espagírica, experto en terapias psicocorporales y referente en el ayuno terapéutico. Fundador y director médico del Centro de Salud Vital Zuhaizpe, ha dado cientos de conferencias y entrevistas y ha escrito varios libros sobre salud, alimentación, ayuno y emociones.
Amalia Castro Menéndez es licenciada en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela (1995) y en Psicología Clínica por la UNED (2005) y se ha especializado en diferentes técnicas psicocorporales y terapias humanistas: terapia corporal bioenergética, terapia Gestalt, coaching coactivo, eneagrama, constelaciones familiares, constelaciones estructurales, facilitación sistémica y constelaciones circulares. Es directora del Centro de Salud Vital, Zuhaizpe, y coordinadora del Área de Salud Emocional.
